La judía contiene aproximadamente un 50% de hidratos de carbono complejos y un 25% de fibra, esto quiere decir que su absorción será lenta y por eso son muy recomendables para las personas diabéticas.

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Además, la fibra ayuda a regular el tránsito intestinal, favorece el crecimiento de la flora intestinal beneficiosa para el organismo y contribuye a la sensación de saciedad, motivos por los que son una opción muy saludable e indicada en dietas de control de peso. Las judías prácticamente no contienen lípidos, sólo un 1,5%, son ricas en vitaminas del grupo B y en cuanto a minerales destacan por su contenido en potasio, hierro y magnesio.

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A la hora de elaborar recetas recomiendan combinar la legumbre con cereales para completar su contenido en aminoácidos y obtener proteína de alta calidad.